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Salutogénesis: El Camino hacia la Salud Integral

Foto del escritor: Stephanie DelgadoStephanie Delgado

Actualizado: 28 ene

En 1979, el médico sociólogo Aaron Antonovsky propuso la teoría de Salutogénesis, basada en una investigación con un grupo de mujeres en Israel que enfrentaban problemas relacionados con la menopausia. Entre las participantes se incluían sobrevivientes del Holocausto. Antonovsky observó que, a pesar de las circunstancias traumáticas y el estrés extremo que habían enfrentado, algunas de estas mujeres no solo mantenían su salud, sino que además prosperaban.




Patogénesis vs. Salutogénesis

En el campo de la salud, tradicionalmente se ha trabajado desde la teoría de la Patogénesis, que se centra en el binomio salud-enfermedad, identificando los factores que generan enfermedades y clasificando a las personas como «saludables» o «enfermas». En contraste, la Salutogénesis propone que la salud es un proceso dinámico y de autorregulación activa, más que un estado estático. Esta perspectiva plantea que mantener la salud requiere algo más que acciones preventivas: implica un enfoque integral que considera las interacciones entre cuerpo, mente y entorno.

La Pregunta Central

La salutogénesis gira en torno a una pregunta clave: ¿Cuál es el origen de la salud? ¿Por qué algunas personas, enfrentadas a situaciones de estrés similares, logran mantenerse saludables o incluso mejorar su bienestar, mientras que otras no pueden hacerlo? Un elemento clave para la comprensión de dicha interrogante son los denominados “Estresores”.

El Rol de los Estresores

Antonovsky identificó que los estresores, cualquier factor que genera tensión en el organismo pueden tener tres efectos posibles:

  • Patogénicos: Conducen a la enfermedad.

  • Neutrales: No tienen impacto significativo.

  • Salutogénicos: Contribuyen positivamente a la salud.

La diferencia radica en cómo cada individuo percibe y maneja estos estresores. Lo que para una persona puede ser un desencadenante de tensión, para otra podría ser una experiencia neutral o incluso una oportunidad de crecimiento. Además, los estresores no siempre son negativos; en ciertas circunstancias, pueden actuar como catalizadores para el desarrollo personal y la resiliencia.

El Contexto Actual

En la sociedad moderna, enfrentamos una avalancha de estresores derivados de la hiperconectividad, la exposición constante a noticias alarmantes, rutinas poco saludables y ambientes tóxicos (como la contaminación, el ruido y la falta de espacios limpios). Estos factores dificultan la capacidad de las personas para manejar el estrés de manera efectiva, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades físicas y emocionales. Sin embargo, la teoría de la salutogénesis subraya la importancia de adoptar una perspectiva optimista y proactiva para enfrentar estas situaciones.

Promoviendo el Bienestar Integral

El cambio hacia un bienestar integral comienza a nivel individual. Cada uno de nosotros puede ser un agente de cambio, promoviendo hábitos saludables en nuestro entorno y para las futuras generaciones. Algunas acciones clave incluyen:

  • Adoptar una alimentación equilibrada.

  • Fomentar la actividad física regular.

  • Desarrollar habilidades emocionales e inteligencia social.

  • Buscar patrones de pensamiento y comportamientos positivos.

Una Reflexión Final

La salutogénesis nos invita a reflexionar sobre cómo nuestra percepción de la vida influye en nuestra salud. Como afirmó Antonovsky, «La forma en que las personas ven la vida tiene un impacto positivo en su salud«. Al centrarnos en construir y mantener patrones positivos en lugar de enfocarnos en los aspectos negativos, podemos avanzar hacia una vida más saludable y significativa.

 
 
 

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