El Poder del Uso de Nuestras Manos
- Stephanie Delgado
- 17 dic 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 ene
”La persona, a través del uso de sus manos potenciadas por la mente y su voluntad, puede influir sobre su propio estado de salud.”
Mary Reilly, 1962 – Terapeuta Ocupacional.

Las manos son una parte fundamental del cuerpo humano. Las utilizamos a diario para realizar actividades esenciales como trabajar, estudiar y llevar a cabo tareas cotidianas. Sin embargo, solemos subestimar su valor hasta que, por una condición de salud, sus capacidades se ven limitadas. Contamos con una amplia gama de habilidades motoras y sensoriales que las manos nos ofrecen: desde agarrar, sostener y empujar, hasta percibir texturas, temperaturas ya que gracias a sus capacidades sensoriales nos brindan información del entorno a partir de los receptores profundos y superficiales.
El ser humano, por naturaleza, es un ser activo que busca acción y movimiento. Esta conexión entre acción y el uso de las manos está profundamente ligada a nuestro sistema neurológico y emocional. Necesitamos esta interacción para ejecutar tareas que nos conecten con el mundo y con nosotros mismos.
Contexto Histórico
Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, los profesionales de la salud que trabajaban en la rehabilitación de soldados heridos comenzaron a notar un fenómeno significativo: los pacientes que encontraban un propósito significativo en el uso de sus manos mostraban una mejoría notable en su salud física, emocional y en su proceso de recuperación. Este hallazgo subraya la importancia de darle un significado a las acciones que realizamos con nuestras manos.
Ejemplos Cotidianos del Uso de las Manos
Desde una temprana edad, el ser humano experimenta satisfacción a través del uso de sus manos.
Un bebé que logra agarrar un objeto siente satisfacción al alcanzar su objetivo.
Un niño que toma un lápiz para hacer garabatos experimenta orgullo por su logro.
Un escultor que culmina su obra se maravilla ante el fruto de su esfuerzo.
Un cirujano que realiza con éxito una operación siente la gratificación de haber ayudado.
Todos estos ejemplos demuestran cómo el uso de nuestras manos, combinado con nuestras habilidades mentales y emocionales, genera un impacto profundo en nuestra salud y bienestar.
Mi Experiencia Profesional
En mi práctica como terapeuta ocupacional, he sido testigo de cómo el desuso prolongado de las manos afecta negativamente otras habilidades del individuo. En ocasiones la aparición de un déficit físico o neurológico, así como el proceso de envejecimiento pueden desencadenar problemas para involucrar nuestras manos en actividades ocupacionales, a pesar de ello lo más recomendable es continuar involucrándolas en cualquier tarea diaria, para contribuir en la conexión cuerpo-mente y fomentar estimulación sensorial (recordemos que los sentidos en el especial el tacto brinda información del entorno y promueve conexiones neurológicas).
En referencia a lo anterior los siguientes ejemplos: tareas diarias básicas como lavarse los dientes, peinarse, alimentarse, colocarse crema en el cuerpo, lavarse las manos; otras más complejas uso de dispositivos tecnológicos (celular, computadora), por más sencilla o habitual que parezca la acción para que esta se puede ejecutar conlleva una combinación de habilidades mentales y motoras, al ser tan cotidianas olvidamos su relevancia.
Somos seres integrales: cada parte de nuestro cuerpo está conectada y se influye mutuamente. Por ello, estimular, desarrollar y mantener las capacidades de nuestras manos no solo mejora nuestra salud física, sino también nuestro bienestar emocional.
Recomiendo incorporar actividades que involucren el uso de las manos según los intereses y gustos personales, como:
Escritura
Tejido
Jardinería
Cocina
Pintura
Incluso explorar nuevas actividades fuera de nuestra zona de confort puede ser enormemente beneficioso. Estas prácticas no solo fomentan nuestras habilidades motrices y sensoriales, sino que también brindan una fuente de motivación y apoyo emocional, contribuyendo al equilibrio entre la salud física y mental.
Comments